lunes, 28 de enero de 2008

Feliz Cumpleaños

La idea de un cumpleaños es sumamente simple, pero abandonar su protocolo y convertirlo en cualquier cosa también es demasiado fácil: el celebrado debe organizar un festejo e invitar a sus amigos/ conocidos/ gente/ publicarlo en su fotolog (él ve el radio de expansión que tenga la invitación, pero debe alcanzar el festín para todos). Generalmente el presupuesto condicionará la cantidad de gente y lo que se les ofrezca (antiguamente la comida y el trago eran un must para el cumpleañero, pero en la medida en que la cantidad de lo segundo se vuelve siempre escaza desde tiempos bíblicos y Jesús no anda por allí convirtiendo agua en vino, se puede optar por ofrecer o bien la cerveza y/o el vino, o simplemente plantearle a los comensales que ellos traigan su propio copete). Lo que importa aclarar es que el primero que hace un regalo en su cumpleaños es el organizador del cumpleaños, que regala a todos sus amigos una vez al año una fiesta/carrete/asado/etc. Y es de tan mal gusto organizar algo donde se note descuido que regalar regalos descuidados como chocolates de Pronto Copec.

Con la gente invitada y el festejo listo, es momento de esperar a que lleguen las personas. En este caso el regalo es una obligación (no es que el cumpleañero obligue, es una obligación moral del invitado, que asistirá a un festejo en nombre de su amigo/a y debe retribuir este don con otro don). El regalo debe intentar portar el sello personal de la persona que regala en vínculo con la persona que recibe, es decir, debe hacer referencia a algo que una a ambas personas y demostrar dedicación en su fabricación/selección. Obviamente el peso de esta obligación desciende en la medida en que conocemos menos a la persona: si llegué al cumpleaños por fotolog, un chocolate es gesto suficiente (y esperar que no sea alérgico el quelo reciba). Lo que el cumpleañero - en verdad- valorará es el gesto y no el regalo en sí, pero hay que recordar que el gesto se compone de varios elementos (dedicación, preocupación, circunstancias, etc.) y no es llegar y regalar cualquier cosa y esperar que se valore el gesto (que en ese caso es de despreocupación).

Terminado el cumpleaños, el cumpleañero habrá entregado un don a sus invitados (sí, esa es la razón por la que a mucha gente le apesta celebrar cumpleaños: uno debe estar atento a todo lo que pasa y a que todos lo estén pasando bien, básicamente porque el que está DANDO la fiesta es uno). En alguna pieza se habrán amontonado los presentes dejados por los invitados. Y todos se irán luego a sus casas. Pero queda un problema dando vueltas: el regalo que se entrega al cumpleañero no es un equivalente al regalo recibido por la fiesta, es lo que se llama un "don de espera". La única retribución a la fiesta es la celebración del propio cumpleaños y la invitación al que hoy es cumpleañero. Eso permite que se reproduzca esta antiquísima costumbre. Uno queda, después de ir a un cumpleaños, debiendo la propia celebración.

En conclusión:

1. El cumpleaños no es una fiesta para uno, es una fiesta que uno da (es un regalo) para los amigos y conocidos en la que se le festeja
2. El regalo es muy importante, y como lo que importa es el gesto, hay que ver qué gesto se está entregando
3. Uno queda ligado a una red de cumpleañeros


La próxima vez que se les ocurra celebrar esos cumpleaños "en volada" en que el cumpleañero básicamente no hace nada y los comensales llegan con copetes personales y sin regalos, acuérdense de esto y mejor lo dejan para otro día. No hay que tenerle miedo a los dones (regalos), pero sí respetarlos.

domingo, 13 de enero de 2008

Las guerras de clase media de fines del siglo XX

En el Chile del siglo XX, luego del retiro de las élites a comienzo de siglo para hacer fiestas afrancesadas y posteriormente asados piscoleros, la escena política pasó a ser dominio de la clase media nacional. El problema es que ella provenía de dos fuentes irreconcilables: el mundo miltar y la burocracia pública. Esto derivó en una serie de conflictos que fueron acrecentándose a medida que avanzaban los 100 años.

Al comienzo todo iba más o menos bien, habiendo una especie de consenso básico respecto a lo que se deseaba. Esto permitió que los gobiernos radicales encontraran cierto nivel de aceptación general en la tierra media. Pero pronto la burocracia había avanzado y ganado mucho más terreno que los militares. El estado crecía y crecía sin control absorviendo la mayor parte de los recursos del país. Pronto faltaban instituciones que inventar para seguir ampliándolo.

En los años 60 esto hizo crisis. Para seguir ampliando la clase media era necesario repartir "mejor" el país. Así nace la reforma agraria. Repartija general, y el Estado sigue creciendo. Nacionalización del cobre: nuevo ministerio, nuevos funcionarios, más dinero fresco. Y los militares ya comenzaban a sentirse bastante postergados, con sueldos muy bajos y participando poco del reparto.

En los setenta la situación llega a su clímax y se instala la clase media funcionaria pública en el poder. Fiestón mesocrático, de la repartija se pasa al jolgorio. El Estado pretende crecer hasta comerse casi todo, ergo: millones de nuevos ministerios, subsecretarias, INJUV, MIJUV, SERNAM, SISUP, CONFLINFLACH, FUSAL, ETC ETC ETC. Se les ocurre repartir mejor la plata en forma radical, pero se dan cuenta de que no era tanta tampoco ¿Solución? inventar más: las prensas de billetes no pararon. Para todo se requiere ahora un funcionario público. Los precios son fijados mediante un científico sistema que contempla dos alternativas: cara y sello. La universidad se empapa del espíritu de la época y se da sustento "científico" a la obsesión estatista funcionaria. Los militares comienzan a incomodarse porque proporcionalmente casi no reciben beneficios y cuando comienza a mostrar señales de desgaste el carrete, más encima les dan la pega de ordenar y dar tranquilidad a ellos. Al final hay más instituciones, normas y billetes que comida y la cosa se pone fea. Le echan la culpa a los gringos y a los acaparadores por boicotear al gobierno y esconder la comida (¿por qué no quiere vender su pollo fijado en 10 escudos cuando le costó criarlo 500? reaccionario!).

Al final los militares se enojan, se juntan (arman la juntación) y derriban al otro gobierno. Se ponen a ordenar a su pinta la cuestión y al que no le guste lo pasan por armas. Se ponen una tajada buena del cobre y achican el Estado porque no hay tanto militar como para ocupar todas esas instituciones inventadas. Las cuestiones que quedan se las reparten también. Imponen una eficiencia marcial en la toma de decisiones e instalan la jerarquía de mando como principio organizador. No les va nada de mal, pero al final la gente igual se aburre de tanto orden y balazo.

La burocracia funcionaria había tenido distintos destinos bajo el régimen. Depende si pesaban poco y creían mucho en el rollo inventado bajo el gobierno setentero, terminaron re mal. Otros alcanzaron a arrancarse pero a países fomes e igual de militarizados, tras la cortina de hierro. Pero con los debidos contactos y buen ojo para saltar la reja de alguna embajada, podían conseguirse estadías prolongadas de buen nivel en países "desarrollados".

Entre los que se quedaron y quedaron vivos y los que volvieron después de hartos años arman un nuevo pacto mesocrático funcionario para recuperar el poder. Esto sucede y desde 1991 comienzan a rearmar la burocracia que había quedado dañada en dictadura. En Europa habían notado que no era necesario para llegar al hiper estado agarrarse y llevarse mal con todos, sino al revés, ser muy tolerante y buena onda y reconocer la particularidad irreductible de todo. Entonces, cada una de estas cosas particulares e irreductibles requeriría de alguna institución nueva: INJUV, SERNAM, CONADI, CHILEDEPORTES etc etc etc. Como habían aprendido que no se puede imprimir e imprimir billetes sin que la gente se ponga a acaparar pollos, se les ocurre que incentivar que todo el undo se endeude hasta más no poder es la mejor solución. Es como inventar plata sin tener que imprimirla.

El siglo XX acaba sin hipertrofia estatal, pero con una clara tendencia hacia ella.

Como vemos, la clase media militar se funda en una cultura del orden y la eficiencia, pero también de la exclusividad y dignidad específica de lo militar. La clase media burocrática estatal se funda en una cultura funcionaria: gustan de las filas, los procedimientos y los timbres. A Ambos les gusta la división del trabajo, solo que los primeros realizan un trabajo más físico y los segundos de escritorio. A unos les gusta que crezca lo militar y la sociedad se organize más bien sola y a los otros que crezca el Estado, generalmente en desmedro de lo militar porque gasta mucha plata que podría ir al CONFLINFLACH, JUJUB, MEHUJEBAC, MIJDEMU, SEGPRESI, etc etc etc.

miércoles, 2 de enero de 2008

VIVIENDO EN LA EDAD OSCURA

Recientemente, luego de múltiples peregrinajes, piscinas y asados, una revelación ha llegado hasta mí. Sucedió en una larga conversación con mi amigo Pablofe (www.craneospateados.blogspot.com). La idea era poder pensar nuestra era desde el futuro, ¿cómo la verían los hombres del mañana?. La respuesta que se fue elaborando está repleta de nuestra desconfianza en el progreso. La idea es pensar en un documental de esos típicos de History Channel llamado "La baja edad oscura: El siglo XX", donde aparecerían académcios e intelectuales opinando sobre nuestra era. Algo más o menos así, para el año 2500:

- Profesor Herbert Ashbury, especialista en el siglo XX (con el eterno doblaje rasca al español): "En esta época casi todo el mundo tenía algo llamado auto, un artefacto muy primitivo que se movía con petróleo, un líquido oscuro y altamente tóxico y contaminante, que por suerte, para nuestra era, se acabó en el año 2100. Esta gente vivía en un estado de ignorancia y abyección tal, que CONTAMINABAN EL AIRE!! para poder movilizarse. Esto hoy puede sonar estúpido, pero incluso pensaban que era parte de lo que ellos llamaban 'progreso', otra creencia primitiva. Para que puedan entenderlo, imagínense hacer un incendio en una pieza con ustedes adentro respirando el humo. Bueno, esto se hacía diariamente en el siglo XX."

- Nicolás Cruz, historiador chileno: Esta era se caracteriza por el repliegue de las élites a nivel mundial. Luego de la segunda guerra mundial, Europa, cuna de todo rasgo civilizatorio occidental, se encuentra en estado de crisis. Esto permite que un país sin mucha historia ni identidad nacional asuma el control mundial por casi dos siglos: Estados Unidos, llenando cada rincón del planeta con 'comida chatarra' (comida química con alto contenido graso, similar a la que hoy consumen los perros del tercer mundo), música de baja calidad, flamencos rosados y otros elementos de la 'cultura pop', calificada por la sociología de hoy como una 'enfermedad social'. El punto álgido de este retroceso cultural fue el gobierno de George Bush Jr., un tipo afectado por una enfermedad mental similar al retraso que aun no se había descubierto en esa época, y que hoy lleva su nombre (sindrome Bush Jr). Del mismo modo, esto se replica en el interior de casi todos los países del mundo. En el caso chileno, es la época en que había una ministra de educación que había sacado cuatrocientos puntos en la prueba de admisión a la universidad y se implementaba el plan de transporte urbano llamado "Transantiago", diseñado por lobbystas profesionales con consejos de uno que otro aspirante a concejal, generando un desastre de proporciones nunca vistas. Ni hablar del resto de América Latina, donde, por poner ejemplos, en Venezuela gobernaba un monito(que también sufría del síndrome Bush Jr) que se decía socialista (en el período que en la historia venezolana se conoce hoy como el Banana Revival); en Bolivia había un aborígen a cargo del país, que fue derrocado por tradición cuando ya había roto el record de duración de un presidente al mando del país (2 años y medio)...

- Prof. Lawrence Amundsen, especialista en Ciencia Política: Esta gente tenía una fe ciega en dos ideas que demostraron su ineficiencia histórica absoluta. La primera era la "democracia", que ellos suponian era heredada desde los griegos, pero que en realidad fue un invento de las élites holgazanas para desentenderse de sus obligaciones políticas mientras hacían asados en la playa. Consistía en que todo el mundo votaba y el candidato que ganaba era el que aparentaba menor capacidad intelectual y tenía una mayor "sintonía" con las masas. Una vez en el poder, repartía los puestos entre la gente de su partido y sus familiares y amigos. La segunda idea es más interesante aun, por su orígen religioso, era la del "mercado". En efecto, se pensaba que algo llamado "mercado" regulaba casi toda acción humana, por lo que resultaba innecesario generar regulaciones sociales, pues interferían el proceso que llevaba al "equilibrio", momento en que la "oferta" y la "demanda" se encontraban para el júbilo social. Hoy esta idea está archivada y es investigada por teólogos y antropólogos respecto a las creencias religiosas paganas del siglo XX.

-Andrea Del Campo, Bióloga: Como en todas las épocas rascas de la humanidad, una epidemia acabó con un buen porcentaje de ésta durante el siglo XX. Se le llamo SIDA. Sí, el mismo Sida que hoy se cura con un par de días en la cama y sopa de pollo, en esa época era una enfermedad mortal que diezmó a buena parte de la población. Como se creía que era una enfermedad sólo de transmision sexual, se inventó un dispositivo de plástico que debía ser usado durante la relación por el hombre, haciendo del sexo una práctica aburrida y bajando más aun las tasas de natalidad.



Y así, eternamente... es una idea que puede generar largas conversaciones.